martes, 31 de julio de 2012

Sensación de locura

Confieso que nunca he vuelto a sentir el placer de aquella manera...
Todo empezó como unos besos silenciosos en la habitación de aquel hotel lleno de familiares donde nos encontrábamos cohibidos ante la pasión que nos unía.
Tumbada en la cama noté como el calor de su boca se acercaba a mi oreja, y como metía mi lobulillo dentro de esa, mi piel se erizó y un calor intenso me invadió. Sus manos acariciaban mis pechos suavemente, mis pezones no podían crecer más, entonces esas grandes manos agarraron con firmeza mi cintura y luego mi trasero, como protegiéndolo, como símbolo de propiedad, con fuerza, como más me gusta.

    
                        BLU photography                            
De nuevo sus labios buscaron los míos, ansiosos, calientes. La respiración se aceleraba a cada segundo y me arrancó un gemido, que enmudeció al taparme sutilmente la boca. Eso me excitaba todavía más. Nuestros cuerpos eran polos opuestos atraídos como imanes, la electricidad nos recorría.
Entonces con la yema de sus dedos acarició minuciosamente mi vulva, después lo hizo con la lengua, suavemente deslizándose hacia el clítoris donde se detuvo y me hizo disfrutar de aquella sensación de locura.
Fue un orgasmo diferente, imposible de describir, el más intenso de los que he disfrutado, no solo lo sentía en mi vagina, sino en todo mi ser, de los pies a la cabeza, desprendía placer de cada milímetro de mi cuerpo.

1 comentario:

  1. leyendo esta historia puedo imaginar la sensacion de placer que recorre todo el cuerpo debe ser genial.....me ha encantado

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